Nunca aspiré a la libertad
tal vez porque no existe
o porque me sé prisionera
de mil y una exclavitudes
y cuando la encontré
me perdí entre puertas
que llevaban a lo desconocido
y es que la libertad
tiene un precio que no pude
pagar o que me salió muy caro
Puede que el paraíso
sea el lugar donde los locos
encuentran la paz
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
-
Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
2 comentarios:
Me uno en tu pensamiento, ese último párrafo...
Muack.
Gracias, guapa!
Publicar un comentario