Olvidé que eras un sueño
que te enterré
en el fondo de una fosa
común, justo al lado
de un soldado violador
al que ajusticié sin piedad
Bañada en sudor
te busqué en mis pesadillas
y en mi vientre en cinta
creador de pétalos secos
y miradas acusadoras
Pero nunca estuviste
a mi alcance
ni siquiera
cuando el brillo
de tu ausencia
te dibujaba entre himnos
eufóricos y consignas
de victoria
Ahora debo resignarme
a doblar mi pañuelo mapa
lleno de la sangre
de una antigua hemorragia de palabras
donde un día escribí
una oración de resurrección
y llanto y redención
Apenas un hilo de agua
de margaritas cubre los juncos
del lodazal al que van a parar
los detritus del amor muerto
Todo es negro
en este ensayo de ceguera
antes veía con el corazón
ahora me ahogo
con los restos de odio
que flotan en el ambiente
Dormir de nuevo
en el líquido amniótico
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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