martes, 5 de abril de 2011

Y el pecho se abrió

Un rayo de ira atravesó
el pecho de los condenados
y todos se sintieron libres
de la luz, de la prisión lóbrega
de la culpa, de todas esas cosas
que alguien dijo fueron buenas
y creció el jardín sangrando
de cactus amebos, de cactus incestuosos,
de flores carnívoras que devoraban
nuestros sueños, pesadillas mediáticas
que nutrían nuestros escritos,
nuestras terapias, nuestros hijos no nacidos,
nuestros deseos emancipados del ser,
de lo que los demás quieren que seamos,
pero ese rayo nos abrió el pecho
y, ay, cómo sentimos el miedo
enjaulado bajo las dioptrías
del descaro, de la burla, del escupitajo,
del niño pequeño que todavía es salvaje,
y al salir de allí nuestros adentros
nos vimos sin disfraces, sin máscaras,
brutalmente humanos, fieramente educados
en el sometimiento, en la química
de la calma, en la palabra putificada,
pero nuestro pecho clamaba por nos
seducía el cielo y Dios nos hablaba
desde su lejano mundo y supimos de su voz,
tardía y también humana, imposible en su forma,
verdadera en su fondo, libre de cancelas,
de minas antipersona, de contaminaciones radioactivas,
era una voz suave, apenas audible
que sólo nosotros en nuestra salida
podíamos sentir pues Dios sabía que nadie
nos haría caso, pobres locos forasteros,
mendigos del favor pasajero de los extraños,
ansiosos de un cariño vedado, ausentes
de sus propias convicciones, oscilantes
en el mar embravecido de la ética del poder,
y sí, se abrió el pecho en la mañana cáustica
de un dolor en sordina, de un eco mundano,
de una muerte que no es más que la vida
que continua en alguna parte invisible,
infantiles en nuestras onomatopeyas,
viejos de cansancio, hambrientos de paz,
caminamos hacia el árbol y leímos
la inscripción de los amantes,
aquí vivimos AMOR,
y nuestro pecho explotó
y la emoción pulverizó las certezas,
regresamos a la incertidumbre
como se regresa del colegio
cuando se ha aprendido
que la vida duele en el patio
y que tal vez lo que queda
no sea fácil pero hay que jugar,
porque sólo jugando
esto es más llevadero.

No hay comentarios: