Se deshojó la rosa
se deshojaba
en el vagón de
cabeza
con esperanza
brava.
Se desnudó la rosa
se desnudaba
con pausa de niebla
y el palpitar a
tientas.
Se descocó la rosa
se descocaba
y me dejó un mar
con espuma de alma.
Se despidió la
rosa
se despedía
en la mañana
alegre
de una imagen breve.
Ay la rosa
Ay la rosa
Cómo se despoja
de la vida
y de lo que le
sobra.
Ay la rosa
Ay la rosa
Cómo pervive
siempre
con tinta
indeleble.
(*) Fotografía de Gertrudis Losada Alva.
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